sábado, noviembre 11, 2006


"Cuando yo aún era joven y ejercía la profesión de abogada, leí cierta vez a un poeta inglés, y una frase de él me impactó mucho: «Sed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua.» Siempre pensé que él estaba equivocado: era peligroso derramarse porque podemos terminar inundando zonas donde viven personas queridas, y ahogarlas con nuestro amor y nuestro entusiasmo. Entonces, procuré comportarme toda la vida como un tanque, nunca yendo más allá de los límites de mis paredes interiores.
Sucede que por alguna razón que nunca entenderé, padecí El Síndrome Del Pánico. Me transformé en exactamente aquello que había luchado tanto por evitar: en una fuente que se derramó e inundó todo a mí alrededor. El resultado de eso fue mi internamiento en Villete.
Después de curada volví al tanque y os conocí. Os estoy agradecida por la amistad, el cariño y tantos momentos felices que me habéis dispensado. Vivimos juntos como peces en un acuario, felices porque alguien nos echaba comida a la hora exacta y podíamos, siempre que deseábamos, ver el mundo exterior a través del vidrio.Pero ayer, por causa de un piano y de una mujer que ya debe de estar muerta hoy, descubrí algo muy importante: que la vida aquí dentro era exactamente igual a la vida allá afuera."


«Sed como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua.»

No hay comentarios.: